Tour - Cañete 2010


RESEÑA HISTORICA DE CAÑETE

A 144 km al sur de Lima, por la carretera Panamericana, el viajero se halla con la apacible y moderna ciudad de San Vicente de Cañete, capital de la provincia limeña de Cañete.
Su territorio comprende los valles Cañete, Coayllo, Mala y Chilca, y 16 distritos, entre los que destacan San Vicente de Cañete, Asia, Calango, Cerro Azul, Chilca, Imperial, Lunahuaná.
Se encuentra rodeado por extensos, fértiles y altamente tecnificados campos de cultivo. Más del sesenta por ciento de ese cultivo es algodón. Los cultivos restantes están dedicados a la vid, el camote, el espárrago, el marigold, y las frutas y hortalizas.

En Cañete se conjuga un clima excepcional, y una oferta hotelera y gastronómica importante. Por ello, es el destino más visitado por los limeños.
Durante el verano sus playas La Ensenada, Cerro Azul y Cerro Colorado se pueblan de bañistas y aficionados al surf.

Así es Cañete. Conjuga en sí mismo una serie de contrastes que maravillan. Lindas playas que se adentran en el mar azulado, caminos que cincelan la cordillera, y campiñas que son bañadas por el bendito río Cañete, que ofrece un espectáculo único. 


ATRACTIVOS DE CAÑETE

CERRO AZUL

Importante, tradicional e imprescindible balneario que se encuentra enclavado en el km 132 de la Panamericana Sur. Se trata de una antigua caleta de pescadores que en la actualidad se ha convertido en una de las playas favoritas de los amantes del surf.
Debe su nombre al hecho de que en la cima del cerro El Centinela se hallan los restos de una fortaleza de procedencia preincaica. Las paredes de la edificación eran de un color verde intenso que, a lo lejos y por los efectos de la luz, se divisaban como azules. 

CASTILLO DE UNANUE

Apenas un kilómetro al sur de San Vicente de Cañete se erige esta monumental edificación de estilo morisco que también es conocida como Casa-Hacienda Arona. Data del siglo XIX.
La hacienda perteneció a Agustín Landaburu, quien la dejó como herencia a su hijo. Este, al no tener descendencia, la donó a su preceptor, el insigne prócer de la independencia peruana, don Hipólito Unanue. La hacienda fue dividida entre sus dos hijas. A una le tocó la hacienda Arona, y a la otra un fundo que tomó el nombre de Unanue.



VIDEO TURISTICO